Victor Millet (Universidade de Santiago de Compostela) | victor.millet@usc.es
¿Por qué tienen tanta fama las historias del rey Arturo? En primer lugar, seguramente porque la corte del rey Arturo es un universo cortesano dentro del que caben muchas historias, cada una distinta y ajustada a los intereses del público de cada lugar y momento. En segundo lugar, quizás también porque, a diferencia del otro gran ciclo de relatos medievales, el de Carlomagno y los doce pares de Francia, el mundo artúrico une de manera más decidida las aventuras con el amor, que al fin y al cabo fue y es aún un modelo narrativo de gran éxito en todas las culturas occidentales.
De hecho, las primeras novelas artúricas, compuestas en francés por Chrétien de Troyes y luego difundidas en el mundo alemán por Hartmann von Aue, se centran plenamente en la cuestión de las exigencias de la caballería como hecho social y colectivo frente a las exigencias del amor como vínculo personal y exclusivo entre dos personas que las aísla del colectivo. Para el mundo cortesano medieval, donde la individualidad no se concibe y el valor más alto reside en la máxima integración social, pero donde al mismo tiempo se desarrolla un discurso amoroso que cruza cualquier constricción social y exige máxima entrega a un único individuo, se plantea un conflicto. En los relatos de Erec (Erek) e Yvain (Iwein) el protagonista se enamora en el contexto de una aventura y se casa con el apoyo y festejo de toda la corte, pero luego es incapaz de cumplir a la vez las demandas de la caballería y de la pareja de estar suficientemente presente. Eso lleva a una crisis social y de pareja; el aspecto social se recupera con hechos caballerescos, pero el aspecto de la pareja al final sólo se puede resolver con la confianza y el perdón mutuos.
En el Iwein de Hartmann von Aue (que en adelante tomo como referencia), el conflicto –que no deja de ser muy serio porque permanece irresoluble– se resuelve con muchos guiños de humor. De hecho, toda la trama está construida sobre la exageración histriónica de la comedia. El héroe se encuentra una aventura en el bosque: una fuente maravillosa que, cuando se vierte de su agua sobre una piedra que hay a su lado, se desata una salvaje tormenta que deja el lugar devastado. Al poco aparece el señor de la tierra y lo reta a combatir sin más preguntas, pero Iwein lo hiere mortalmente y lo persigue hasta su castillo, donde muere. Allí, Iwein observa el entierro y se enamora perdidamente de la viuda (Laudine) cuando ésta llora al difunto. Su doncella Lunete, que ayuda a Iwein, hace de alcahueta y al poco tiempo consigue el matrimonio entre ambos, a cuya fiesta acude el rey Arturo. Gawein convence a su amigo Iwein de acompañarlo de torneos para que no olvide su esencia de caballero y Laudine le da un plazo de un año para regresar a su lado. Pero Iwein lo olvida, de modo que Laudine rompe el matrimonio. El hombre enloquece y pasa semanas como un salvaje en el bosque. Finalmente es rescatado. Ahora empieza una serie de aventuras en las que Iwein lucha para defender a diversas personas injustamente amenazadas, entre las que se encuentran la sobrina de Gawein o la doncella Lunete. Lo hace acompañado de un león, al que al principio de la serie salva de las garras de un dragón y que desde entonces es su fiel compañero; en todo este proceso esconde su nombre y se identifica como ‘el caballero del león’.
Finalmente, Iwein, todavía de incógnito, defiende a una doncella en la corte del rey Arturo y lucha todo un día contra su contrincante, también desconocido. Cuando llega la noche el combate termina en tablas y ambos se dan a conocer, resultando ser el otro Gawein. La alegría en la corte es grande e Iwein queda reintegrado. Pero se escapa de nuevo hacia la tierra de su amada, a quien no ha olvidado. Con la ayuda de Lunete, que dice traer para la defensa de la fuente al caballero del león, Iwein consigue acceder a la mujer, le pide perdón y ambos se reconcilian.
La factura y el tono de esta historia contienen elementos muy cómicos, especialmente los que giran en torno a la mujer: el caballero escondido que mirando por una ventana cómo la viuda del hombre que acaba de matar se rasga las vestiduras y que en el peor de los momento se enamora perdidamente de ella y queda como amante encarcelado, feliz y loco al mismo tiempo; este es un motivo de comedia. Como también lo es la criada alcahueta que consigue que esa misma viuda en duelo se case a los tres días con el hombre que ha matado a su esposo. Los cambios de actitud de la viuda entre el dolor y el interés por un nuevo amante forman parte también de la comedia moderna. O también el caballero enloquecido que anda por el bosque como un salvaje. Sólo gracias al tono cómico es aceptable el final en el que la dama es víctima de un engaño (se compromete a ayudar al ‘caballero del león’ a recuperar a su amada), pero al fin y al cabo es ‘en su propio interés’ y sirve para reunir a los esposos. Incluso el león, a pesar de su importante significado simbólico y la relevancia de su ayuda en las distintas situaciones, resulta cómico en su comportamiento de animalito dócil, especialmente cuando en cierto momento cree que su amo, que ha caído inconsciente, está muerto e intenta suicidarse de desesperación.
Eso no quiere decir que toda la obra sea una mera comedia. También están, lógicamente, las partes serias, que son principalmente las de la acción caballeresca, los combates contra diferentes adversarios, caballeros o gigantes despiadados. Y también es serio el amor de los protagonistas, que les hace sufrir hasta la locura. Ahí están por ejemplo esas doncellas con las que el protagonista se va encontrando a lo largo de su recorrido, a cuál más hermosa; de la última dice el narrador que por ella incluso un ángel se habría dejado bajar del cielo. Sirven para mostrarnos, en una secuencia de escenas picantes, cómo el erotismo, aun siendo parte del juego, es fácilmente superado por el sentimiento que une al héroe con su amada. La comedia sirve principalmente para resolver el conflicto entre el amor y la caballería, permite solucionar fácilmente el dolor de la esposa despechada y convertirlo en reconciliación verdadera. Pero eso no quiere decir que el resto del relato y su problema de fondo sea serio. La obra de Hartmann contiene muchos elementos que la hacen representativa de la sociedad cortesana del momento y de sus inquietudes culturales.
Lecturas recomendadas
Ediciones recomendadas Hartmann von Aue, Gregorius, Der arme Heinrich, Iwein, ed. de Volker Mertens, Frankfurt a. M. 2004. Hartmann von Aue, Iwein or The Knight with the Lion. Edited from Manuscript B, Gießen, Universitätsbibliothek Codex Nr. 97, and translated by Cyril Edwards, Woodbridge (Suffolk) 2007 (Arthurian Archives XVI. German Romance III). Hartmann von Aue, Iwein, ed. de Rüdiger Krohn, Stuttgart 2011. Hartmann von Aue, Iwein, ed. de Patrick del Duca, Turnhout 2014. Todas estas ediciones van acompañadas de traducción. Véanse más traducciones en Traducciones Bibliografía recomendada Cormeau, Christoph / Störmer, Wilhelm: Hartmann von Aue. Epoche – Werk – Wirkung, München 1995. Gentry, Francis G. (ed.): A companion to the works of Hartmann von Aue, Rochester (NY) 2005. Hörner, Petra: Hartmann von Aue. Mit einer Bibliographie 1976–1997, Berlin / Frankfurt 1998. Kropik, Cordula (ed.): Hartmann von Aue. Eine literaturwissenschaftliche Einführung, Tübingen 2021. Lieb, Ludger: Hartmann von Aue. Erec – Iwein – Gregorius – Armer Heinrich, Berlin 2020. Wolf, Jürgen: Einführung in das Werk Hartmanns von Aue, Darmstadt 2007.